Tomás, BenjamÃn, Carlos, Julián, Diego y Leonardo. Estos son los nombres de los estudiantes que a principios de diciembre conocieron el resultado de su evaluación y que hoy, orgullosamente, pueden decir que cuentan con su licencia de electricistas clase D, siendo parte del registro de instaladores eléctricos de la Superintendencia de electricidad y combustibles SEC.
Pero ese es solo el final feliz, la historia se rememora tiempo atrás. El 23 de julio tuvimos la oportunidad de contar con Lorena Cuevas, ex encargada de la certificación de competencias laborales en EMTP de ChileValora, en nuestro 2° encuentro del año de la Red Técnica del Maipo. En dicha instancia, Lorena nos contó sobre la gran oportunidad que significa una certificación de competencias para estudiantes TP, cómo abordarlas desde la sala de clases y los beneficios y ventajas que este proceso supone para un liceo y sus estudiantes. Y en este contexto, el Liceo Cardenal Caro decidió embarcarse al desafÃo y en agosto, comenzamos con reuniones de articulación para un plan piloto para estudiantes de IV medio de la especialidad de electricidad. Con el apoyo de ChileValora contactamos al centro evaluador de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) quienes, además de evaluar, realizaron el acompañamiento a los estudiantes y docentes durante el proceso. Visitaron los talleres del establecimiento, hicieron charlas motivacionales para los jóvenes y, estuvieron a disposición para responder las dudas que tuviera el liceo. Porque certificar una competencia, que no necesariamente está en los planes y programas de las especialidades TP, significa un tremendo desafÃo para los liceos: implica hacer una revisión profunda de lo que se está enseñando y estar dispuestos a avanzar en esa lÃnea, en definitiva, salir de la zona de confort con el objetivo de generar aprendizajes significativos para los estudiantes. Finalmente se concretó un piloto donde seis estudiantes fueron los seleccionados por el liceo para realizar la evaluación. Ellos se prepararon, con el apoyo de sus profesores, durante más de dos meses para, a principios de noviembre, someterse a un riguroso examen que contaba con una parte teórica y otra práctica. ¿El resultado? 100% de aprobación. A pesar de los nervios, que fue el mayor desafÃo al que se enfrentaron los jóvenes, sus conocimiento y habilidades, sumados a mucha concentración y preparación previa, fueron claves para sobreponerse al nerviosismo y demostrar con creces sus capacidades. Esta certificación fue posible gracias a las 4 becas que entregaron las empresas socias Agua Santa, Wellford y Protorq, quienes a través de su franquicia tributaria, más el aporte de 2 becas del mismo liceo, financiaron el piloto. Este tipo de acciones colaborativas reflejan la importancia que ven, tanto las empresas como los establecimientos, en esta ruta formativa que viene a complementar y validar los conocimientos técnicos adquiridos. Para los estudiantes, a pesar de haber sido muy desafiante e "intenso" el proceso de preparación y evaluación para los estudiantes, están agradecidos de haber sido parte de este piloto y las puertas que se les abren:
La experiencia fue un tremendo aporte para el liceo, ya que no solamente quienes se evaluaron se beneficiaron, sino que también sus compañeros, docentes y las futuras generaciones que verán "actualizados" sus planes y programas en base a los perfiles laborales. "¡Felicitaciones a los seis jóvenes certificados por este tremendo logro! Sigan trabajando con dedicación y esfuerzo, porque estamos convencidos que este es solo el comienzo de un camino de muchos éxitos más. Esperamos que esta iniciativa sea el puntapié inicial para que otros establecimientos se inspiren y quieran ser parte de este camino que, sin duda, viene a fortalecer las trayectorias y oportunidades laborales de nuestros estudiantes", declara Paulina Rössler, Jefa de la Red Técnica del Maipo.
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