Aprendices se forman en empresas del Maipo

Gracias al trabajo realizado por CEM en alianza con OTEC Vínculos, el apoyo del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de Paine, y el Liceo Bicentenario Enrique Bernstein, 25 estudiantes de las especialidades de logística y agropecuaria están contratados bajo el Programa Aprendices de Sence, por empresas colaboradoras de CEM: Agrícola La Hornilla, Protorq, Viña Santa Rita, Frutícola y Ganadera Santa Marta y Fundo Santa Eugenia.

Este programa promueve el empleo juvenil ya que entrega un subsidio a la contratación de jóvenes entre 15 a 25 años. Los aprendices fueron contratados por las empresas CEM por tres meses, reciben un ingreso mínimo mensual y la capacitación en el puesto de trabajo de denominada "Buenas prácticas de manufactura y autocuidado", por un total de 80 horas. Además, los jóvenes, podrán convalidar esta experiencia por su práctica profesional.

Por su parte, las empresas reciben una bonificación del 50% de dicha remuneración y el reembolso del 100% por el curso impartido.

Los jóvenes tienen mucho por entregar en el mundo laboral, pero muchas veces la falta de experiencia y oportunidades, no les permite demostrarlo. Es por ello que, el Programa Aprendices, viene a preparlos para adquirir habilidades técnicas y de empleabilidad. Fernanda Pueyes, aprendiz, señala: "Este programa fue mi opción para aprender de manera práctica lo que no pude hacer en modalidad dual, producto de la pandemia".

El aporte de las empresas es fundamental ya que junto a sus colaboradores expertos, quienes participan como Maestros Guías, acompañan, preparan y transmiten sus conocimientos a los aprendices en esta nueva etapa, iniciando su vida laboral. Saray Cáceres, estudiante, expresó: "Al ser una contratación de aprendiz, se entiende que nos estamos formando y eso me ayudó a sentirme más segura, ya que cuento con un profesional que me va guiando en las cosas que debo hacer y aprender".

Con este programa las empresas se involucran directamente en la formación de los estudiantes técnicos que el sector productivo requiere, convirtiéndose en un centro de aprendizaje, y por otra lado, aumentando la empleabilidad de los jóvenes en la zona del Maipo.