Con la convicción de que todos pueden aportar para que la zona del Maipo sea una zona más sostenible y equitativa es que nace este proyecto de generar un espacio acogedor y de aprendizaje, con la remodelación de la Biblioteca, donde cientos de niños asisten diariamente a aprender sobre diferentes asignaturas.

Así llega semanalmente el voluntariado cuentacuentos tanto de la empresa socia CEM "Agrícola Llahuén" y voluntarias naturales, vecinas de la zona para dar vida a los libros y cuentos, fomentando el gusto por la lectura desde temprana edad, es ahí donde nace la inquietud de mejorar el lugar, y con el generoso aporte de la empresa UVZMobiliario se logró el sueño.

Rocío Contreras Dueña y Fundadora empresa UVZ Mobiliario, comenta: "Somos una empresa familiar y siempre hemos tenido la filosofía de que tenemos que ser un aporte al mundo. Creemos que los niños son fundamentales para este mundo.
Esta no es solo una biblioteca, es un lugar donde se encuentran, donde se sienten acogidos, generamos un lugar bonito, con colores brillantes donde se sientan seguros, para y por los niños y de la Escuela".

En el marco del programa Lectores del Maipo, es que se han obtenido importantes indicadores sobre el gusto por la lectura y cómo influye el tener la oportunidad de recibir la narración oral de cuentos por parte de voluntarios que asisten al establecimiento a sorprender a los niños con la magia de la literatura.

"La educación es una herramienta fundamental para que la sociedad se desarrolle. Estoy gratamente sorprendido por lo que he visto en esta Escuela, y lo que hemos aportado.
Tenemos que persistir y seguir articulando este tipo de iniciativas en la zona del Maipo, somos una organización que junto a sus empresas que se vincula con la comunidad y demostramos que estamos interesados que los proyectos y programas se desarrollen bien", expreso Alberto Mayer, director de Corporación Empresas del Maipo (CEM).

Desde hoy en adelante los estudiantes de la Escuela cuentan con un espacio dedicado para aprender y desarrollarse en su establecimiento, gracias al apoyo de voluntarios comprometidos con el crecimiento de la comunidad, en especial de localidades alejadas como lo es Culitrin en la comuna de Paine.

Finalmente, con gran orgullo vemos como la articulación entre voluntarios, empresas, lazos públicos y privados se encuentran con el objetivo común de mejorar la calidad de vida de los niños y niñas de la zona.